fue difícil acostumbrarme
a tus ronquidos por la noche,
acostumbrarme a tenerte entre mis pies
porque echabas de menos a tu camada
fue difícil enseñarte
a hacer pis fuera de casa,
a que no te tirases al cuenco del pienso
como un loco
fue difícil aprender a quitar tus pelitos
de mis pantalones negros,
difícil fue aceptar que en verano
el suelo estaría lleno de babas
fue difícil enseñarte
a que trajeses el hueso si te lo lanzaba,
y qué difícil que entendieses
que las galletas eran el premio
solo si te portabas bien
fue difícil educarte, adiestrarte,
bañarte y limpiarte las orejotas.
pero si lo pienso bien
lo más difícil de todo
es aprender a vivir sin ti
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